04 septiembre 2008

Opening Sequences: Weirkmeister Harmonies y Damnation



Traté de dar en youtube con otro inicio fabuloso en la filmografía tarriana, el de Damnation. Solo encontré este vídeo. Contiene el arranque del filme con el añadido de un fondo de Shostakovich (Prelude and Fugue opus 87 n.6). Con todos mis respetos o con toda la falta de ellos, el enriquecimiento shostakovichiano arruina la fuerza de esta apertura aniquilando la cuidada ambientación sonora del original. De Tarr siempre se valora sus movimientos de cámara, esa pausada inquietud, o esa quietud en movimiento. Que si Caravaggio con dos gotas de Miklos Janzso... Su maestría icónica esconde la fuerza del sonido en su obra. De una película como Satantango, tan rica en imágenes, mi cabeza retiene más los sonidos. Como aquel personaje que grita en la barra, repitiendo en bucle bernhardiano, la historia de Irimeas y Petrinas. Un hilarante loop dónde las palabras pronto pierden su significado primigenio, para convertirse en el reflejo de una derrota, dejando claro que la salida de esas vacas del establo con el que principia este film tienen mejor comunicación entre sí que los personajes encerrados en sus vodkas, sus frios y sus tangos.

Por supuesto la colaboración con Vig Mihaly. Vig es el compositor de las bandas sonoras en sus últimas películas. Culpable por tanto de la hipnótica melodía que acompaña esa maravillosa clase de astronomia alegórica en ell Werkmeister.
Vig y Tarr son casi ya como Lynch y Badalamenti, o como el último Bernard Hermann con (también último pero por otros motivos) Scorsesse.


Pero también mencionar el precioso y complejo diseño sonoro de sus filmes, especialmente de Damnation donde el universo culpable y derrotista de sus personajes está impreso a la perfección en los sonidos de la ciudad; en cómo suena la lluvia, en cómo crujen las puertas. Bastaría oir un film como Damnation para definir sus intenciones. Esos rugidos de las máquinas fundiéndose con los roces de la maquinilla de afeitar...

La postindustrialización frente al hombre.

Nadie se ha afeitado tan bien en el cine como el protagonista de Damnation.

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