11 noviembre 2007

"¿por qué no quitan de una vez la S de Spain?"

Esto es un corta y pega de un texto de Hikikomori. En un breve parrafo describe muy bien el estado cultural de eso llamado España. Lo pongo en negrita, el párrafo, y dejo otros tantos tal cual por eso de poneros en situación.

En todo caso la situación al completo la podéis leer aquí.

(....) 10.

El instituto Cervantes es nuevo, muy nuevo, super nuevo. Y muy chic. Blanco casi todo, destacan los afanes rojos de los respaldos de las sillas, de algunas estanterías en la biblioteca y de la bandera española, que aunque no la he visto, en algún sitio debe de andar ondeando, tan nuestra.

La charla tiene lugar en un subsótano, en un paraninfo de paredes negras, sedosas, y patio de butacas colorista, lleno de cabezas conectadas a un traductor simultáneo.

En la mesa de ponencias estamos dos españoles y dos japoneses, y el director de la institución, que nos presenta brevemente. Tenemos nuestros nombres delante, en cartelitos blancos. Cuando uno tiene su nombre delante, en cartelitos blancos o de cualquier otro tipo, y se sabe nombrado para un público, es difícil, nuevamente, no creer que el mundo es maravilloso, y que uno tiene cosas muy brillantes que decir.

Hablan, hablo, hablamos. Yo digo lo primero que se me ocurre, que siempre es lo mejor que se me puede ocurrir. En realidad una japonesa nos hace preguntas y las vamos respondiendo, así que no hay posibilidad de discurso previo. Mientras hablo, acaricio con las yemas de los dedos la base del micrófono, y de vez en cuando miro hacia la parte alta del paraninfo, donde no hay caras sino una oscuridad que creo que me entiende.

Digo, entre otras cosas, que España no es un país de vanguardia. La pregunta era: ¿Qué movimientos de vanguardia se están llevando ahora a cabo en España? Algo así. La respuesta: en España no se está llevando a cabo ningún movimiento de vanguardia porque España no es un país a la vanguardia de nada, ni ha sido nunca un país a la vanguardia de nada, porque España es un país de seguidismo intelectual y copia buena, mala o regular, donde nadie hace nada original a no ser que lo haya visto hacer en Francia o Nueva York; en España, el artista, el intelectual y hasta el panadero nacen con un techo profesional no bajo, pero sí mucho más bajo que el techo de un panadero de París o un artista o intelectual de Viena; el techo de que nunca harán nada de vanguardia que le importe nada a nadie fuera de España; en España, primero vemos y luego hacemos como que estamos a la vanguardia; incluso para insultar, para provocar, para sacar coños en las películas, primero tenemos que ver que alguien lo ha hecho fuera, y luego ya entonces sí lo hacemos en España. España es un país que, la verdad, vale poquito. Opino.

Se oyen rumores.

11.

Me pagan 400 euros por decir que España es un país que, la verdad, vale poquito.

Luego hay un cóctel.(...)



Observación Nº1: Me gustan mucho las acotaciones cuasibukowskianas. Ese "Luego hay un coctel" o el anterior "Se oyen rumores".


erice

Observación Nº2: Al grano. España se averguenza del arte. El artista es un apestado. Un vago y maleante. Aquí el verdadero arte es matar animales a espadazos o tirándolos desde cobardes campanarios. El artista es sospechoso de no querer ser como los demás. Y eso es el peor pecado posible.

Aquí, al artista se le ignora olímpicamente. Pongamos por caso a Erice. Ojeen blogs de fuera de España y verán la cantidad de personas que tienen a Erice en sus podios de grandes artistas contemporáneos. Aquí lo único que recibe son las cortapisas de todo productor andante. Si hace 20 años se hubiera ido a Francia no habría perdido tanto el tiempo. Emigrar es la respuesta.

Observación Nº3: Los artistas españoles solo pueden crecer en el destierro. Gracias al exilio (ya sea político, mental o laboral). El artista español empieza a ser algo en el momento que huye de España. Picasso en Francia, Buñuel en Mexico y también en Francia; país, por cierto, muy dado a reciclar lo despreciado.

Nacer en España es el verdadero pecado original.

Aquí un artista no es hijo de su tiempo, es hijo de la pura casualidad. Un disparate a punto de ser apedreado. Una mala rama a la que arrancar. Sal corriendo antes de que te vean.

Observación Nº4: necesitamos un Bernhard o un Cioran que despotriquen a gusto contra todo esto. Mientras tanto están los libros de Alberto HIKIKOMORI Olmos.

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