18 noviembre 2010

Shot Film-Alberto Cabrera Bernal




Lo que viene a continuación es el makin off de un rodaje.
Alberto Cabrera
, alias ACB, me invitó a registrar este peculiar celuloicidio donde la cámara es sustituida por una escopeta.





Rodaje viene de shooting en ingles. En algún sitio lei esa diferencia. La violencia del vocablo anglosajón comparada con la fineza del rodaje en castellano.
Aquí está violencia esta brillantemente explícitada.





Otra cosa que pensé cuando grababa la intervención, y que luego comprobe viendo los brutos, es que el tiempo que se tardó en preparar el tiroteo fue enorme comparado con el tiempo real de tiroteo (de rodaje). En el makin off -o trailer más bien- está parte está casi obviada, mostrandose en breves insertos timelapsianos.
Preparar el lienzo, la diana, debío llevar un par de horas. Y los disparos, el verdadero rodaje fueron alrededor de media hora. Gracias en parte a la buena puntería de Alberto, cosa reconfortante, para mí, y sobretodo para la lente de mi joven cámara.
Estos tiempos, este ratio entre preparación y acción, no dejan de ser los equivalentes a un rodaje convencional en la que uno tiene la sensación de perder media vida (física y metafísica) en colocar focos y limar fruslerías que la vida real siempre termina colocando a su manera.
Como si el proceso cinético fuera tan potente y estuviera tan establecido que fuera imposible sustraerse a sus designios, ya sea un rodaje de alto o bajo presupuesto. O un rodaje plenamente experimental
.

Para ver el resultado habrá que esperar un poco, aparecerá por la web de la película. Abajo un frame disparado.
Un telecinado digital.





Y la descripción de la película por su autor:

La elocuencia de una escopeta debería bastar por sí misma para ahorrarme
escribir ninguna descripción. Hacer cine literalmente a tiros no necesita
adornarse con ninguna retórica, y minar sus alrededores de literatura sólo
parecería el flirteo de un crítico con el mal gusto. Así que me ciño
a lo específico y a los hechos concretos: sobre cola negra en 35 mm
se ha disparado repetidamente con una escopeta, para dar por resultado
un muestrario de roturas y boquetes diversos. El descreimiento que
no siento hacia el cine no justifica la sesión de tiro que me he pegado,
y desde luego no adscribiría esto a ningún reducto polvoriento de las
vanguardias. Con algo de sarcasmo, creo que se podría instalar con más acierto
en el mismo espacio donde habita la pintura al óleo. El matrimonio de las armas
y del arte contemporáneo es un género de lo más tradicional.

web de Shot film
web de ACB



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